Enrollado de lechuga bajo carbohidratos

Este sencillo enrollado de lechuga bajo en carbohidratos relleno con aguacate, jamón, queso y tomate es un refrigerio perfecto para cualquier dieta. Asegúrate de probarlo, es perfecto para una cena ligera o un refrigerio completo. Te proporcionará fibra, proteínas, grasas saludables, y, por otra parte, sólo un mínimo de carbohidratos. Sólo necesitas cinco ingredientes principales y menos de 5 minutos. Y es muy delicioso, ¡compruébalo tú misma!

Todos nos hemos enamorado de este enrollado de lechuga bajo en carbohidratos sin pan en casa. A veces queremos un enrollado ligero que contenga todo lo que nos gusta. Así que disfrutamos nuestros ingredientes favoritos enrollados en hojas de lechuga. Después de probar este enrollado, te sentirás más saludable, incluso disfrutarás de sus sabores. De hecho, te sorprenderás de su excelente sabor, incluso si no contiene nada de pan.

Siempre puedes cambiar esta receta de acuerdo a tus gustos – puedes añadir huevos revueltos, tofu finamente picado, jamón prosciutto, pollo al grill, e incluso una ensalada hecha en casa de huevos o atún.

Cuando prepares este enrollado de ensalada asegúrate de enrollarlo lo más apretado posible, y al mismo tiempo, cuando estés enrollándolo, puedes doblar los lados exteriores de las hojas de lechuga hacia dentro para que el relleno no se salga. Puedes empacar fácilmente este enrollado de lechuga bajo en carbohidratos en un recipiente y llevarlo contigo para un refrigerio. Si lo pruebas, asegúrate de dejarme tus comentarios a continuación :)

Instrucciones

1. Lava las hojas de lechuga con agua y déjalas secar.
2. Limpia el aguacate y tritúralo con un tenedor.
3. Mezcla el aguacate triturado con una pizca de pimienta negra molida y extiéndelo sobre una de las hojas de lechuga.
4. Coloca la hoja de lechuga con aguacate sobre una segunda hoja lavada de lechuga para que se peguen.
5. Coloca rodajas de jamón y queso sobre las hojas de lechuga y añade una rebanada de tomate finamente picada encima.
6. Con cuidado enrolla las hojas de lechuga con el relleno lo más apretado posible. Puedes cortar el enrollado a la mitad, o asegurarlo con un palillo para que no se abra.